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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Criptozoología. Una breve introducción


La Criptozoología (del griego "cryptos", oculto; "zoos", animal y "logos", estudio) es la ciencia que se dedica a estudiar los animales que están ocultos a los ojos de la ciencia (los cuales son llamados por los criptozoólogos como "críptidos") y de los que se tiene evidencia que puedan existir o no a través del folklore de las gentes que viven en la zona. Es una disciplina ecléctica que requiere del que la estudia conocimientos de biología, zoología, paleontología, antropología y por supuesto, las lenguas de los lugareños.

La Criptozoología tiene su origen en una obra publicada en 1892 por el zoólogo holandés Anthonis Cornelis Oudemans y que se titulaba "La Gran Serpiente Marina", donde recogía cientos de avistamientos de este animal por marineros de todo el mundo. La acogida del libro fue bastante fría por parte del público en general. Y no por que las gentes del S.XIX fuesen racionalistas al extremo, sino más bien todo lo contrario: las gentes del S.XIX estaban ansiosos por nuevos descubrimientos en cualquier campo de la ciencia, a lo que debemos de unir una desaforada curiosidad por lo desconocido, en concreto por todo lo que tuviera que ver con fantasmas, mediums y sesiones espiritas donde esos espectros cobraban vida propia. Para no alejarnos del tema que nos ocupa: el europeo o el norteamericano del S.XIX estaba muy interesado por los temas paranormales, pero preferían los espectros de desdichadas amantes a los monstruos marinos. La obra de Oudemans pasó sin pena y sin gloria hasta la aparición de "Tras la pista de animales desconocidos" del zoólogo belga Bernard Heuvelmans.


La obra de este autor, publicada en 1955, causó furor y es considerada por muchos criptozoólogos como el texto fundacional de la disciplina, aunque el propio Heuvelmans señalaría a Oudemans como el verdadero padre de esta ciencia y a "La Gran Serpiente Marina" como el verdadero texto fundacional de la Criptozoología.
Lo cierto es que la obra tuvo muy buena acogida y desde ese momento la Criptozoología no ha hecho sino sumar más y más adeptos y más y más investigadores dispuestos a descubrir nuevos animales o a demostrar que tal o cual especie ha dado de lado a la extinción. De hecho muchas especies animales, como el cocodrilo o el tiburón lo han hecho, conservando incluso el mismo aspecto (salvo alguna ligera modificación relativa al tamaño) que mostraban en tiempos de los dinosaurios, a los que sobrevivieron. Algunos animales que hasta ese momento pertenecían a las leyendas de los nativos, acabaron tornándose reales. Es el caso de animales tan comunes como el gorila o el chimpancé que a los ojos del portugués Duarte López eran así:

[...] hay también dos especies de monstruos que son comunes en estos bosques y peligrosísimos. El más grande de estos dos monstruos es llamado pongo en su lenguaje, y el más pequeño es llamado engeco. Este pongo es por todas las proporciones semejante a un hombre aunque por la estatura es más semejante a un gigante que a un hombre ordinario, porque es grandísimo. Él tiene cara humana, ojos sumidos con largos pelos sobre las cejas. Su cara y sus orejas son sin pelo y sus manos también. Su cuerpo está cubierto de pelo, pero no muy denso; y tiene un color moreno oscuro. No difiere de un hombre más que en las piernas, porque éstas no tienen pantorrilla. Camina siempre sosteniéndose sobre sus piernas, y lleva las manos en la nuca cuando camina sobre el terreno. Duerme sobre árboles y se fabrica refugios para la lluvia. Se nutre de frutos que encuentra en los bosques, o de nueces, ya que no come ninguna especie de carne. No habla y no tiene una inteligencia mayor que la de otra bestia

Los criptozoológos insistieron en que el fantástico Okapi (en la foto y símbolo de la Sociedad Internacional de Criptozoología) era una realidad antes de que la zoología demostrase su existencia y lo mismo podemos decir con el maravilloso Celacanto. Animales imposibles que viven en nuestro planeta y que están catalogados por la ciencia.

Un artículo publicado en una revista científica asegura que solamente conocemos un porcentaje muy escaso de la vida en la Tierra y que conocemos más del espacio que de los mares. Existen muchos lugares vírgenes que encierran animales todavía por descubrir y catalogar. Y también está la posibilidad de que muchos animales que se extinguieron sobrevivan en alguno de estos remotos lugares. Nuestro planeta encierra secretos que no conocemos y que esperan a ser descubiertos o redescubiertos.

"La vida se abre camino"



2 comentarios:

  1. Muy buena introducción a la criptozoología. Es curioso como tendemos a asociar el misterio y el terror a lo desconocido, cuando realmente siempre hay una explicación científica a la mayoría de ellos. Quien iba a decirle a Duarte López que sus "monstruos" no tardarían en clasificarse como animales, y que incluso se expusieran en zoológicos.

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  2. De hecho la idea con la que monté el anterior blog es que tras la mayor parte de los críptidos se encuentran animales muy reales, bien desconocidos para la ciencia, bien que han dado esquinazo a la extinción o bien animales comunes en situaciones extrañas.

    Y es lo mismo que voy a intentar demostrar en este blog. Generalmente todo tiene una explicación muy comprensible y realista.

    Un saludo

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